
Murió el organista y director Mario Videla, a los 84 años
Pocos músicos mantuvieron su nombre tan estrechamente asociado al de un compositor como el de...
Pocos músicos mantuvieron su nombre tan estrechamente asociado al de un compositor como el de Mario Videla al de Johann Sebastian Bach. Pocos son también aquellos que lograron desplegar una actividad tan creativa y fructífera en el campo de la interpretación y a la vez de la pedagogía, la investigación y las instituciones musicales. El director Mario Videla murió hoy a los 84 años.
El músico supo construir un valioso aporte a la vida cultural argentina y marcó a generaciones de músicos, de manera que sus enseñanzas, potenciadas con el tiempo a través de talentosos discípulos, seguirán vivas como una fuente de inspiración para los que aman la música.
Nació en Salta el 17 de marzo de 1939. Se graduó en la Facultad de Artes de la Universidad de La Plata en órgano y dirección coral y completó estudios de perfeccionamiento en Alemania y Holanda.
En noviembre de 1980, el prestigioso director y pedagogo alemán Helmuth Rilling dirigía en el Teatro Colón cuatro memorables funciones de La Pasión según San Mateo, de Bach, junto al Coro y Orquesta Estable del teatro. Videla tenía a su cargo, en el concierto, la parte del clave. Tal contacto de director y clavecinista determinó que, a comienzos de 1982, Rilling invitara al maestro Videla a su ciudad, Stuttgart, en calidad de organista de sus conciertos con la orquesta del Bach Collegium. Aquellos no eran encuentros convencionales. Frente a 3000 personas del Alte Oper de Fráncfort, Rilling comentaba con profusión de ejemplos musicales y acotaciones los diversos tramos y el espíritu de la obra. En este caso, la Cantata BWV 21. Fue tan inolvidable la experiencia que indujo al maestro Videla a fundar, en 1983, la Academia Bach, de la que fue director, y con la que obtuvo un sólido reconocimiento en Latinoamérica a través de numerosos conciertos.
En 2007, en una entrevista con LA NACION, profundizó sobre su fascinación con Bach y la asoció a una esencia conectada con algo superior. “La estructura de sus obras es una organización cuyo orden roza los límites de la perfección. Fue el gran arquitecto de la música y cuando uno entra en ese mundo maravilloso, de una fantasía inagotable, se produce una elevación del alma. La figura de su melodía es como un collar de oro que conecta con lo supremo” resumía embelesado.
En el Colón dirigió la Misa en Si menor, las Pasiones y Oratorios de Bach además de oratorios de Händel y Vivaldi. En varias oportunidades dirigió la Orquesta de Cámara de Chile y también la Orquesta Sinfónica Nacional.
Recibió varias distinciones, entre ellas el Premio Konex de Platino 1989 en Música Clásica, la Cruz al Mérito de la República Federal de Alemania en 2003 y el Premio Gratia Artis otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes en 2010. Desde 1997, desarrollaba un programa dominical dedicado a Bach titulado La Cantata del domingo en radios de la Argentina, Brasil, Venezuela y Chile. En 1999 y 2009 formó parte del jurado de los Premios Konex. En 2006, 2008 y 2014 integró el jurado de clave y órgano en el Concurso Internacional Johann Sebastian Bach de Leipzig.
A lo largo de su trayectoria se destacó el espíritu didáctico de sus experiencias. Profesor emérito, tuvo a su cargo la cátedra de Órgano, Canto Gregoriano, Clave y Metodología en los Conservatorios Municipal “Manuel de Falla” y Nacional “Carlos López Buchardo”. Entre 1976 y 2014 se desempeñó como director artístico de la Asociación Festivales Musicales de Buenos Aires. “La Academia Bach y Festivales Musicales son instituciones normativas cuyo principal interés es actuar como una guía que ayude a formar el gusto y enriquecer la sensibilidad del público” le explicó en 2007 a este medio. En ese sentido, Videla siempre mantuvo firme el anhelo de captar el interés de los jóvenes por mantener la continuidad de los tesoros musicales.
“En el oficio de organista me ha tocado participar de diferentes credos y he llegado a la conclusión de que, más allá de las creencias religiosas, hay algo elevado que nos comunica. Es la música: una expresión universal que está por encima de toda diferencia.” Con su labor, Videla supo enaltecer a la comunidad artística y sentar las bases de un legado firme que mantiene su pulso de generación en generación.